En el tibio reflejo de una luz antigua
se revela la sombra de siglos ciegos.
El tiempo se derrite como un reloj
en un cuadro de Dalí,
y la silueta plástica del pasado
intenta escondrse, pero es en vano.
No espero nada de su parte,
solo me importan las pinceladas
que el hoy practica en este lienzo
en el que se va retratando mi vida.
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