El perdón ciego no es perdón, y ocultar bajo la alfombra no es olvidar.
Porque las cosas y los tiempos suceden del mismo modo en que los fotones se agrupan en un haz de luz para finalmente iluminar la oscuridad.
Y como suele decirse: no se puede cubrir el sol con la mano.
Leído en la apertura del programa 193
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