-Vine para decirte que... -logró balbucear apenas le abrió la puerta. Pero no pudo agregar palabra. La miró y no encontró en sus ojos aquella chispa, aquel brillo que tanto amaba.
Entonces lo supo. Era sólo un fantasma tomando por asalto sus recuerdos. Tomó algunas cosas de aquí y allá, y salió dejando tras de sí una estela de olvidos.
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