de a poco pierde pasos,
pierde sonidos cotidianos,
o los troca por aroma de ausencia,
por dolor de extrañar,
por silencio de adioses
queridos pero no dichos.
Y más casas se vacían,
más silencio, más pesar.
Atropella la memoria,
avanza lenta, impune
transita un desengaño,
el de no vernos ya más.
Y no, no me perdonaría olvidar.
Leído en la apertura del programa 490
Qué belleza!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, muy amable.
ResponderEliminar¡Saludos!