(Escrito y leído por Raúl Astorga para nuestro programa.
¡Gracias, Raúl!)
¡Gracias, Raúl!)
En aquella pequeña aldea, era el único seguidor de una cantante que había hecho furor en los años '70. Tenía todos sus discos, y el almacén empapelado con posters de esa joven y portentosa estrella.
Por eso no tendría que haberle sorprendido cuando la señora mayor que entró preguntando por la estación de servicio se acercó a una de esas fotos, le pidió su nombre, y le dedicó una firma con el lápiz labial que extrajo de su cartera.
Leído en la apertura del programa 197
Leído en la apertura del programa 197
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