sábado, 25 de mayo de 2024

Confesión de mayo

Debo confesar algo: estas son fechas que me duelen, por inciertas de tan contradictorias. ¿Cómo se construye ese relato llamado "Patria"? ¿Es el de coterráneos que se insultan en la redes por el solo hecho de pensar distinto? ¿Es el de los dueños del grano y las vaquitas, que siempre son ajenas? ¿Cómo "hago patria" yo, con aquel que justifica la tortura, el secuestro y la desaparición de otro compatriota en nombre del Estado? ¿Qué tengo que ver yo con el habitante de este suelo que vivó a los militares en Malvinas y luego entregó al olvido y al abandono a los veteranos? ¿Soy de la misma patria que el corrupto, que el desalmado que pondera una economía que abandona a los desposeídos y a los ancianos? 

¿Qué es entonces "la Patria"? ¿Una mentira que me inculcó Mitre y convalidó Ibáñez en el libro de Historia de la escuela? 

Escribo todo esto y me siento culpable por no sentir, como el resto, un día de emociones, de "sacar pecho" aunque vea gente en las calles con la camiseta de Messi en lugar de una escarapela. Y caigo entonces en la cuenta de que también hay gente haciendo el bien a sus compatriotas y que, a pesar de que cierta "patria" los mantendrá en la oscuridad, continúan enseñando, alimentando, curando, dando afecto, protegiendo, alentando. A pesar de aquella "patria" de pocos y olvidadiza, hacen, procuran, dan. 

Si ellos son mi Patria y siguen haciendo la revolución, celebro entonces con ellos este día.

lunes, 20 de mayo de 2024

Dos momentos

Creo que la felicidad tiene dos momentos: alcanzarla es uno, y compartirla otro.

Hablo de alcanzar una felicidad que suele ser cortita, muchas veces esquiva, pero que llega. Finalmente llega.

Aclaro que yo renuncié a una felicidad permanente, no por resignación sino por imposiblidad. 

Mejor aprovechar la poquita que llega en sencillas dosis, que perderla de vista por esperar un premio mayor que tal vez nunca llegue. Como mi abuelo, que jugó toda su vida el mismo número a la lotería y jamás salió, salvo la única vez que no lo jugó. 

Y hablamos de compartirla, porque tal vez esa sea justamente la posibilidad de una felicidad completa. No cuando la alcanzamos sino cuando, por breve y modesta que sea, nos podemos dar el gusto de ser felices con otros.

Leído en la apertura del programa 617

lunes, 13 de mayo de 2024

Es el modo en que vivimos

¿Cuánto dura la vida, entonces? Dura, lamento reconocerlo, tanto como lo percibimos. Los minutos se suceden lentos en la tristeza, la tragedia o el aburrimiento. Y, por el contrario, parecen tener alas cuando nos toca en suerte el bienestar. Lo único cierto es que esas engañosas percepciones intentan convencernos, las más de las veces con éxito, de que la vida es solo eso, un producto de nuestra percepción. Y, sin embargo, los relojes marcan las mismas horas, minutos y segundos para todos los vivientes. Nosotros, tozudamente, nos esforzamos en ajustarlos, sin percatarnos de que lo que se fue de hora es el modo en que vivimos.

Leído en la apertura del programa 616