Sin dudas, se trata de corporizar en la memoria lo que el cuerpo me niega.
Porque sé, lo aprendí de vos, que las cosas son cuando uno se las apropia creando anticuerpos para el olvido, no cuando las vemos.
El valor de una vida que vive después de vivir se mide, yo creo, por las veces en el día que se siente cerca. Tanto como para llamarte aunque no estés.
Leído en la apertura del programa 468
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