Me entrego al juego y juego.
Juego con fuego y muero
Y revivo y apenas respiro, vuelvo
Juego de nuevo el juego
Espero, siento, tiemblo, puedo,
Nadie me mira como cuando
Tus ojos me revelan.
La vena por la que corre tanta luz
Me desvela y me desarma
Para rearmarme mejor.
Para mejor, el milagro.
Leído en las aperturas de los programas 590 y 620