es la carencia de compañía
y también la melancolía
por algunas ausencias.
Sin embargo un navegante
400 días navegó en soledad
y ahí está el susodicho,
con su sonrisa sin más.
Se me hace que aquello
no es la soledad,
y lo digo ahora
por si alguien me escucha
en este vasto océano:
en este vasto océano:
no hay mejor compañía posible
cuando la soledad no se sufre.
El resto es endosar necesidades.
Leído en la apertura del programa 316
Leído en la apertura del programa 316
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