Inferir, deducir, suponer y entender,
hábitos inusuales entre los literalistas
y su necesidad de textualidad brutal.
Miro, digo, siento, percibo
desde lo inusual, lo periférico,
lo dicho no dicho,
lo sugerido no relatado,
lo entregado al entendido,
lo dedicado a lo puro.
Misma frecuencia, sin hilos,
sin ataduras, solo piel.
Y el saber de saber que se sabe
cuando lo bello resulta de decir
desde otras bocas.
Leído en las aperturas de los programas 341 y 533
Me encantÓ1
ResponderEliminar¡Gracias, Daniel!
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