Muévase la piedra rápida
y frecuentemente.
Las gotas
caerán entonces
a diestra
y siniestra.
Mi anhelo:
que la piedra no sea piedra
sino espacio infinito,
uno que bajo mi deseo.
ya lento, ya veloz,
sea lúcido o somnoliento,
me pertenece.
Leído en la apertura del programa 176
me pertenece.
Leído en la apertura del programa 176
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