sobre todo cuando sueño con ella.
Está allí, hablamos y hasta nos amamos
en ocasiones,
pero despierto y ¡paf!
en ocasiones,
pero despierto y ¡paf!
se fue, no está más.
Luego recuerdo
que en mi despertar la realidad no existe,
sólo los sueños.
que en mi despertar la realidad no existe,
sólo los sueños.
Y se me pasa.
Por un rato al menos,
hasta el próximo despertar.
Leído en la apertura del programa 246
hasta el próximo despertar.
Leído en la apertura del programa 246
¡Sublime,Quique! ¿Cuántas vidas recorre el poeta a sabiendas que jamás abrevará en la realidad estandarizada del mediocre?. Éste - el pasajero mediático - aggiornará el sufrimiento del bardo como un best-seller de cóctel, que sistemáticamente abandonará luego de hallar otro nuevo mártir como referente.Finalmente,sólo estamos poniendo en palabras nuestra (Auto) autopsia para que otros se entretengan y nos critiquen.
ResponderEliminarLo tomo por su etimología. Si "autopsia" significa "ver por uno mismo", tal vez sólo se trate de lo que uno ve y cuenta. No siempre es un cadáver. A veces es un fantasma, a veces un sueño (como en este caso). O tal vez sí, se trata del cadáver de nuestra esperanza más que de nosotros mismos. Es decir, de nosotros mismos. O sea, tenés razón. ;)
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